lunes, 11 de septiembre de 2017

"Psicosis", de Hitchcock: buen entretenimiento, mala psicología



Estoy actualmente escribiendo un libro introductorio a la psicología, y me preparo para redactar un capítulo sobre la psicopatía. No soy un gran cinéfilo, pero cuando leo y escribo, ocasionalmente me detengo a ver alguna película relacionada con el tema que ocupa mi mente. Así pues, mientras me documento sobre los psicópatas, decidí ver Psicosis, de Hitchcock.
A mí particularmente el género thriller me aburre. Estimo que es demasiado pueril. El thriller es el tipo de película que cautiva al adolescente, pero no al espectador más maduro. El adolescente quiere sentir miedo, el maduro disfruta más con una experiencia más reflexiva. A mí nunca me gustaron las montañas rusas, de forma tal que es natural que tampoco me gusten mucho los thrillers.

Por esto, el cine de Hitchcock nunca me ha deslumbrado. Sí, son películas bien hechas. Pero, esos giros inesperadísimos al final de la película (irónicamente, se han vuelto ya tan cliché, que hace mucho tiempo dejaron de ser inesperados) me aburren. La buena película, me parece, es la que puede volver a verse. Si el valor de una película depende de la emoción que se siente cuando por primera vez se descubre un misterio, entonces lamentablemente, esa película no podrá verse con la misma emoción más de una vez. Un spoiler no arruina una buena película.
En fin, Psicosis es probablemente el thriller por antonomasia. Una mujer con un dinero robado llega a un motel, y ahí interactúa con Norman Bates, el dueño del motel. La muchacha es asesinada, aparentemente por la madre de Bates. Al final de la película, se descubre que el asesino es realmente el propio Bates, quien perturbado psicológicamente por eventos traumáticos en su vida, asume la personalidad de su madre, muerta ya hace muchos años.
El título original de Psicosis es Psycho. En inglés, nunca ha estado claro si psycho se refiere a psicópata o psicótico. Es fácil confundir los términos, pero significan dos cosas distintas. El psicópata es aquel que no tiene remordimiento moral por lo que hace; el psicótico es aquel que ha perdido contacto con la realidad y tiene ideas delirantes.
La traducción al castellano del título de la película asume que Bates un psicótico, pero en realidad, el personaje parece una combinación de psicópata y psicótico. Bates mata a la muchacha a sangre fría; en esto, se parece a los psicópatas. Pero, a la vez, momifica el cuerpo de su madre, viste el cuerpo, y asume que está viva; en esto, se parece a los psicóticos.
Esta combinación de psicosis y psicopatía es muy extraña. De hecho, pareciera ser más un invento de Hitchcock. Dicen los entendidos que Hitchcock tuvo mucho interés en el psicoanálisis, y que eso se refleja en sus películas. Pues bien, el psicoanálisis es un paradigma bastante desprestigiado en la psicología, y así como Freud inventó muchas cosas fantasiosas (por ejemplo, el complejo de Edipo), Hitchcock aparentemente también inventó una psicopatología que no existe.
Además de esta extraña combinación de psicopatía y psicosis, Hitchcock añadió otro componente aún más extraño: las personalidades múltiples en un mismo sujeto. Bates no sólo asume que su madre está aún viva (al punto del macabro detalle de vestir al cadáver), sino que él mismo asume su personalidad. Según la historia, Bates asume esto como una forma de enfrentar el trauma que supuso para él haber matado a su propia madre.
Es cierto que el trastorno de identidad disociativa (ése es el nombre clínico para describir a las personalidades múltiples) suele surgir como un mecanismo de defensa disociativo para evadir una dura realidad. Pero, la forma en que Hitchcock retrata este trastorno también es muy fantasiosa. Bates habla con su madre, saltando de una personalidad a otra en una misma conversación. Esto nunca ocurre así en el trastorno de identidad disociativa. Los pacientes que sufren este trastorno alternan de una personalidad a otra en periodos mucho más largos, nunca en una misma conversación entre las distintas personalidades que ellos mismos asumen.
Vale destacar que, durante los últimos cincuenta años, en EE.UU. ha habido una explosión de casos de trastorno de identidad disociativa. Muchos psiquiatras sospechan que los medios de comunicación han tenido una gran influencia en esto. Hollywood ha quedado fascinado con este tema, y lo ha explotado. Los espectadores han quedado tan saturados con el tema, que al final, ellos mismos han desarrollado este trastorno. Muy pocas enfermedades mentales son inducidas por los medios de comunicación, pero el trastorno de identidad disociativa es una de ellas.
Tal ha sido la obsesión con las personalidades múltiples, que en la penúltima década del siglo XX, hubo en EE.UU. una epidemia de casos de personas que creían haber desarrollado personalidades múltiples, supuestamente como consecuencia de un recuerdo reprimido de abuso sexual. Todo esto es resonancia del psicoanálisis, y su teoría de que los recuerdos se reprimen. En Psicosis, Bates desarrolla una personalidad alterna, como una forma de reprimir sus perturbadas memorias.
Hitchcock, por supuesto, era cineasta, y sólo quería entretener. Pero, su influencia propició un mal entendimiento de cómo funciona la mente humana, y su retrato de las memorias reprimidas y las personalidades múltiples abrió el paso para que tres décadas después de Psicosis, proliferaran en EE.UU. casos de personas que alegaban haber sido abusadas en su infancia (cuyos recuerdos habían sido reprimidos, y ahora se recuperaban con hipnosis). Cuando el FBI investigó a fondo estos casos, no encontró nada sustancial, y tras varios años de investigación, llegó a la conclusión de que todo se trataba de una histeria colectiva.
Muchos comentaristas elogian la supuesta profundidad psicológica de las películas de Hitchcock, pero al menos en el caso de Psicosis, juzgo que es más bien el origen de muchos de los clichés y falsas concepciones que hoy abundan en torno a la psicología. Con todo, cinematográficamente, Psicosis cautiva. Aun sabiendo que a la muchacha la matarían, la famosísima escena de la ducha generó gran ansiedad en mí. Además de eso, dicen los entendidos que Psicosis marcó un hito en la historia del cine, al desafiar muchas convenciones morales (fue de las primeras en representar violencia y sexo de un modo más o menos explícito). Muy bien. Como película, sentó un precedente, y aun casi sesenta años después, es entretenida. Pero, si el espectador quiere ver una película para entender la psicosis o la psicopatía, no la recomiendo.



  


2 comentarios:

  1. Je, y hace poco M. Night Shyamalan, el "iluminado" del thriller con giros absurdos dirigió una película basada en el bulo de la personalidad múltiple. No la he visto así que quizás resulte ser algo realista y alejarse de los estereotipos ridículos en los que se funda esa tontería pero conociendo el historial del cineasta lo pongo seriamente en duda.

    Sé que las aspiraciones artísticas son una prioridad sobre la realidad pero cuando se tratan temas científicos creo que los artistas tendrían que documentarse al menos lo suficiente como para no eternizar estos disparates.

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    1. Shyamalan es uno de los peores directores de cine que me he encontrado. Cada vez que he cometido el error de ver alguna de sus peliculas, me arrepiento. No he visto aun esa pelicula sobre las personalidades multiples, pero amigos psiquiatras que la han visto, me dicen que es fantasiosa en extremo.

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