viernes, 21 de agosto de 2015

Un izquierdista no relativista: Luria en Uzbekistán

            Para la mayor parte de la izquierda, es anatema postular que hay pueblos más racionales o lógicos que otros. La izquierda suele favorecer más bien la postura de Claude Levi-Strauss, según la cual, la especie humana tiene una unidad psíquica, y todos los pueblos del mundo operan bajo las mismas formas de pensamiento. A juicio de Levi-Strauss, todas las sociedad son capaces de pensar racionalmente, y todas colocan en operativa las leyes de la lógica. Las sociedades modernas occidentales han formalizado la lógica en principios abstractos. Las sociedades primitivas no han hecho una abstracción de la lógica, postula Levi-Strauss, pero si se estudian sus sistemas de mitología o parentesco, podrá observarse la misma capacidad lógica para la clasificación, la combinatoria racional, etc.

Toda sociedad, opina Levi-Strauss, tiene su racionalidad interna. Y, en ese sentido, todos los seres humanos son capaces por igual de pensar lógicamente. En este aspecto, las teorías de Levi-Strauss están impregnadas de relativismo: según él, es menester evaluar la racionalidad de cada cultura en su propio contexto. Y, así, supuestamente, comprenderemos que no hay una única racionalidad, sino múltiples racionalidades, y que en función de eso, todos los pueblos del mundo son racionales en el mismo grado.
            El estructuralismo (la teoría que defiende Levi-Strauss) es música para los oídos izquierdistas. Pues, promulgar que no hay sociedades más racionales que otras les viene muy bien a la hora de someter a crítica las pretensiones se superioridad cultural de Occidente. El colonialismo pretendió justificarse, en parte, con la excusa de que los pueblos nativos están en una fase inferior de desarrollo, y que era necesario civilizarlos. La izquierda encabezó los procesos de descolonización, y ahora, pretende desmontar la vieja ideología colonialista que postula que hay pueblos más avanzados que otros.
            El colonialismo, no cabe duda, hizo mucho daño. Y, la idea colonialista de que hay pueblos más avanzados que otros muchas veces fue abusada. Pero, a mí siempre me ha resultado extraña la idea, inspirada en Levi-Strauss, de que el sistema de taxonomía binomial de Linneo no es más racional que la clasificación de animales hecha en el Levítico, o que un ingeniero informático no piensa más racionalmente que un chamán indígena. Me parece contrario al sentido común postular que no hay pueblos más lógicos y racionales que otros.
            Afortunadamente, no toda la izquierda ha sucumbido a este relativismo. La psicología soviética procuró comparar los grados de racionalidad de distintas sociedades, y descubrió que sí hay pueblos más lógicos que otros. En unos célebres estudios, el psicólogo Alexander Luria visitó  aldeas campesinas de Uzbekistán (por aquella época, parte de la URSS). Hacían a los aldeanos preguntas muy sencillas de razonamiento. Las respuestas de los campesinos revelan que estos pueblos no tienen la misma capacidad de razonamiento lógico que sí tenemos nosotros los modernos.
            Por ejemplo, Luria les decía: en el norte, donde siempre hay nieve, todos los osos son blancos; Zembla está en el norte, y ahí hay nieve. Les preguntaba: ¿de qué color son los osos de Zembla? Éste es el tipo de preguntas que Sócrates habría hecho, y mediante ellas, supuestamente, los pupilos llegarían a conclusiones lógicas a través de su razonamiento. Platón creía que cualquier humano (sin importar su educación previa) tiene la posibilidad de hacer esto, y así, en el Menón, se retrata a un esclavo analfabeta que, respondiendo las preguntas de Sócrates, saca a relucir su racionalidad.
            Pero, no. No fue esto lo que encontró Luria en Uzbekistán. Los campesinos eran incapaces de completar el silogismo. Frente a la pregunta sobre el color de los osos de Zembla, respondían: no sabemos, nunca hemos ido a Zembla, sólo hemos visto osos negros en nuestras vidas. Es decir, no tenían la capacidad de completar el más elemental de todos los silogismos. ¿Es esto un óptimo uso de la lógica? ¿Tiene esa respuesta una racionalidad interna (como habría dicho Levi Strauss)? ¿Piensan los campesinos uzbekos de forma tan analítica y racional como los ingenieros rusos? No, no y no.
            Buena parte de los colonialistas de finales del siglo XIX opinaban que los pueblos colonizados eran menos racionales, sencillamente porque tenían un cerebro distinto, en virtud de que se trataba de otras razas que eran biológicamente inferiores. Luria (junto a Vigotsky, su compañero intelectual) no compartía esta opinión. Él no dudaba de que los campesinos uzbekos fueran menos racionales (¿cómo dudarlo con semejantes respuestas?). Pero, el origen de ese diferencial de racionalidad entre sociedades modernas y sociedades primitivas no estaba en la biología, sino en la ausencia de educación. Un pueblo que no ha estado expuesto sistemáticamente a la educación moderna, no podrá desarrollar las facultades cognitivas avanzadas, como sí lo hacemos los modernos.
            Luria incluso defendía sus teorías en un marco marxista. Los uzbekos son menos racionales, porque buena parte de su historia la han pasado en el feudalismo, y la revolución tardó en llegar a ese país. Luria pensaba que, con la incorporación del socialismo soviético, eventualmente toda la sociedad uzbeka podría desarrollar el pensamiento lógico.

Esta forma de pensar de Luria es típica de la ideología soviética: la revolución es la salvación para los pueblos del mundo. Yo encuentro muy objetable el tipo de revolución que defendieron los soviéticos. Pero, sí encuentro algo muy meritorio en las teorías de Luria y Vigotsky: no sucumbieron al relativismo poscolonial que hoy excita a la izquierda. Estos psicólogos supieron apreciar que no hay “varias racionalidades” (como habría dicho Levi-Strauss y los estructuralistas), sino que hay una sola racionalidad, y que a partir de esa única racionalidad, podemos jerarquizar pueblos más racionales que otros.          

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